Quién sabe dónde, allí va a estar, en cualquier bar o por mi plaza. Diambulando hasta las tantas igual que un perro vagabundo, sin hambre. Andará con la sangre llena de thc, la cabeza repleta de enigmas y jurándole a su hígado que algún día dejará de maltratarlo.
Pero él, que seguramente lo haya tenido todo y más, ya no se conformará con nada y enamorado sólo de su arte (porque será artista), eterno soñador, se dedicará a disfrutar de lo que le de la vida.
La primera noche espero que sea en la calle, hasta que salga el sol, haga frío o calor, qué más da, hablar con el es poesía (erótica, su voz va a hacer que me corra).
Quizá no volvamos a vernos, o sea su musa día y noche durante algunas semanas, antes de que desaparezca, porque se irá.
al menos eso espero antes de que me enamore.
Qué arte. Otro sitio por el que seguirte (soy raspaita)
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