domingo, 5 de agosto de 2012

Last cigarette.

Con tantas cosas en la cabeza que por un momento llegué a pensar que estaba vacía, me quedé embobada viendo como el humo se elevaba con ese baile tan sensual, y poco a poco desaparecía y se esfumaba, como todo en la vida.
-Ojalá tuviera suerte.- dije pensando en voz alta.
-Puedo ser tu suerte, solo dime cual quieres que sea, la buena o la mala.- sonaba demasiado serio pero sin embargo sonreía, lo que me encantaba y me hizo querer saber más.
Sabía que el no podría decidir mi suerte, pero tenía ganas de jugar y olvidarme un rato de todo,por lo que le seguí el juego...

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